domingo, 18 de noviembre de 2007

Cumbre borrascosa...



Queridos amigos, días han pasado desde la Cumbre y sus ecos aún se sienten...La continuación deseo compartir el estracto de un comentario que me llego. Lo hago, porque en gran medida comparto lo que allí se dice y porque es bueno que se nos recuerde permanentemente lo que se esconde tras de estas citas oficiales. Quienes deseen el texto completo no tienen más que solicitarlo...

Cumbres borrascosas
Por: Juan Diego García (especial para ARGENPRESS.info)
Fecha publicación:16/11/2007

El enfrentamiento de la delegación española con la de varios países latinoamericanos en la reciente cumbre de Santiago rompe la tradición de inoperancia, fatuidad, discursos de pura retórica y la imagen de familia feliz a la que unen lazos de sangre y tradición y el propósito compartido de un progreso conjunto. De ahora en adelante no habrá otra cumbre en la que no se discuta lo verdaderamente importante. El "mandar callar" se acabó.
En realidad hubo tres cumbres: la oficial de los presidentes, la paralela de los pueblos y la del empresariado de ambos lados del Atlántico.
Las primeras declaraciones vinieron de los empresarios españoles exigiendo "pleno respeto a la propiedad privada, y marcos políticos, económicos y jurídicos estables que den seguridad a los empresarios y a los ciudadanos". Si ese era el mensaje del capital para el debate sobre la cohesión social (lema del encuentro) no sorprende que para las mayorías pobres del continente y para no pocos gobiernos tal manifestación constituyera casi una declaración de guerra, en una región necesitada de regular de manera diferente la propiedad y de darse marcos políticos, económicos y jurídicos radicalmente diferentes de los actuales, ya que éstos son precisamente el andamiaje sobre el que reposa una desigualdad clamorosa e innegable...

...No falta razón a Kirchner, Morales, Correa, Chávez y Ortega cuando denuncian la conducta de las multinacionales españolas en sus países. Ortega acusó a una empresa eléctrica de "prácticas mafiosas"; el gobernante argentino hizo públicas las presiones inaceptables de algunas multinacionales españolas sobre su despacho; Morales recordó cómo desde siempre su país ha sido saqueado impunemente con la complicidad de una oligarquía criolla corrupta e incapaz y Chávez recordó cómo esos empresarios que hoy piden "seguridades" y "respeto a las leyes" son los mismos que participaron entusiasmados en un fallido golpe de estado que estuvo a punto de convertirse en una guerra civil.
El discurso de Rodríguez Zapatero no pudo ser más desafortunado, elogiando el modelo neoliberal y defendiendo a las multinacionales españolas. Defender el modelo neoliberal en Latinoamérica, así se haga con el mejor talante del mundo y "sin sectarismo" es como mentar la soga en casa del ahorcado...

...La imagen progresista del presidente español en Latinoamérica ha sufrido un deterioro irreparable aunque en la propia España el nacionalismo ramplón valore la actitud del presidente como una defensa valiente de los "intereses nacionales"...



...Mandar a callar a Chávez o retirarse ostentosamente mientras Ortega hacía uso de la palabra y luego que Rafael Correa hubiese denunciado con rotundidad el creciente racismo contra los latinoamericanos en España introdujo una atmósfera de autoritarismo que rompe la idea de encontrarse ante una comunidad de iguales. ¿Qué molesta a las autoridades españolas? ¿Acaso el contenido de las denuncias?, ¿Por ventura la condición de quien las hace?. La frase del presidente español "espero que sea la última vez que esto sucede" tenía ese aire de regañina de quien se dirige a gentes subordinadas, agregando así más leña al fuego...

...Mal escogió Rodríguez Zapatero su discurso. Tan mal que se opacó la propuesta de unificar el sistema de pensiones, contribuir a llevar agua potable a los millones de pobres que carecen de ella y crear en Panamá un centro de logística para atender grandes catástrofes; unas iniciativas por cierto muy positivas y que pueden ser un modelo de cooperación nuevo que meta en cintura la ambición desmedida de empresarios inescrupulosos y atempere la mente calenturienta de los políticos que abrigan aún sueños de grandeza imperial, aunque sea tan solo como achichincles de los gringos...

...Pero de algo si se puede estar seguro: aunque no todos compartan la vehemencia del presidente Chávez ni su peculiar estilo, suscriben sus palabras."Los imperios quisieran que nosotros nos calláramos, pero no nos vamos a callar. Nadie nos va a callar".

No hay comentarios: