martes, 11 de marzo de 2008

...de regreso a la luz


¿Alguien ha pasado en algún momento de la vida por esos estados de oscuridad casi absoluta?, ¿cuando uno siente que no desea sacar la cabeza a la luz y quedarse atrapada en lo más profundo de las sábanas? ¿O cuando el pecho duele de tanta opresión y los ojos no resisten ya la avalancha de lágrimas que desea salir? ¿O cuando hasta el canto de los pájaros o el murmullo del viento molesta? ¿O cuando cualquier rostro, aunque sea del amigo, resulta insoportable?...

Bueno, en esa suma total de cosas andaba yo la semana pasada.... Tanto era que intentaba huir de mí misma porque mi propio yo me molestaba...Son pocas las veces que me dejo arrastrar por esos estado... y cuando llegan no les quito la mirada, más bien dejo que penetren sabiendo que son estados, y como ello no es permanente.


El viernes, después de cuatro días de flagelación emocional, me dije que había llegado el momento de tener el carro... y me fui a casa de una amiga... Allí, en esta soledad acompañada (sólo estábamos las dos) abrí mis ojos para que por fin saliese ese torrente de lágrimas y mi pecho descansó en las palabras...Pasé alejada de mis entornos cotidianos todo el fin de semana....fuimos al cine (Gangster Americano, con Denzel Washington, una película de muchísima acción, pero bien hecha y especial cuando se anda en momentos de enojo con el mundo), comimos rico, nos tomamos unos vinos que estaban mejor...pero antes que nada hablé, hasta que la garganta comenzó a reclamarme...Hasta aquí habría llegado la historia de este momento, si no hubiese sido por el escándalo que armaron mis amigas...

Sucede que el día viernes, antes de partir, escribí un mail a algunas de ellas, contándole que salía y que estaría ausente todo el fin de semana, y que no me buscasen...Pero, como suele suceder, nadie vio el mail...Sabían que yo andaba mal y el sábado comenzaron a llamarme desde temprano a casa...Por supuesto no respondía como tampoco el celular que, también casualmente, lo tengo malogrado...Como es normal se juntaron al mediodía en el café y allí las mentes prolíferas e imaginativas que las caracterizan, comenzaron a tejer las historias más increíbles... desde que había vuelto con una pareja que pasó en este último tiempo por mi vida y que no vale la pena ni de acordarse de su nombre (por eso está en uno de los extremos) hasta que empachado de pastillas y que estaría en casa en estado catatónico...(felizmente alguien que me conoce un poco más aseguro que ello era improbable porque yo no acostumbro ni a tener pastillas para el dolor de cabeza...). Bueno la cosa fue que alimentadas mutuamente con tanta historia, llegaron en dos momentos en la conserjería...tocaron la puerta del departamento, me buscaron por todos los rincones, incluso en el basurero (no haya sido que me haya tirado por el incinerador), husmearon bajo la puerta y nada...No encontraron rastros de mi....Comenzaron a llamar a otras amigas para saber si sabían algo de mí...y nada...La preocupación iba en aumento ( esas alturas un cuarto de Santiago se había enterado que yo andaba desaparecida) y se acrecentó el domingo cuando yo aún no llegaba...Cuando al caer la tarde de ese día llegué por fin a casa los conserjes me recibieron como quien ve a una aparecida...y yo sonriente, con la mirada brillante de tantos días de andar sin luz...Allí me fui enterando a trozos de lo que había pasado, por supuesto llamé a todo el mundo para que se quedaran tranquilas y cada una desde su lugar me llenó de abrazos y de besos...

Hermoso, ¿verdad? Constatar una vez más que esta amistad que nos ha enredado durante tantos años no es sólo el compartir los momentos agradables, de salir a comer, ver una obra de teatro o ir al cine juntas... es además preocupación por cada una, es darse tiempo para escuchar y para recibir lágrimas...es el saber entender y respetar a cada una en su diversidad y en sus divergencias...Esto terminó por inundarme definitivamente de la luz y el amor que por algunos días como que permanecieron ocultos en las sombras.

2 comentarios:

L Mery dijo...

Tanto tiempo! yo aun te hacia en el lado del mundo en que arrecia el invierno...
Me alegra pasar y que a pesar de que parte de ese invierno habite estos dias en ti, tengas esa contencion maravillosa que regalan los amigos en ESOS momentos-indispensablemente-necesarios y a partir de ella puedas reinvntarte.

Lo que sigue lo escribi para alguien especial, alguien que esta verdaderamente triste por algo irremediable, pero si en algo sirve, comparto esas palabras tambien contigo, sobre todo por la invitacion a salir (cuando se pueda) de ese trance que a veces agarra y no suelta. Un abrazo grande y que sigas tirando pa' arriba. Leticia.

pd: esta aca http://versospasteles.blogspot.com/2008/03/nada-que-yo-tenga.html

Andrés Rojo dijo...

Curioso que nos vengamos topando ahora en el ciberespacio, cuando en la misma fecha yo estaba empezando a salir de un hoyo cargadito al suicidio (literal). También fue un amigo el que ayudó. ¡¡Vivan los amigos!! ¿Quién quiere plata cuando tiene amigos?